· MARIE CURIE ·
Había una vez una escuela secreta en Polonia a la que la gente llamaba Universidad Flotante.
En esa época, el gobierno era muy estricto con lo que la gente podía o no podía estudiar. De hecho, las mujeres tenían prohibido ir a la universidad.
Marie y su hermana eran estudiantes de la escuela secreta, pero ya estaban hartas de esconderse. Un día, oyeron hablar de una universidad parisina que se llamaba La Sorbona, en la cual aceptaban mujeres, así que decidieron mudarse a Francia.
A Marie la fascinaban los metales y los magnetos. Descubrió que algunos minerales eran radiactivos y emitían poderosos rayos, además de brillar en la oscuridad. Para analizar las propiedades de estos minerales, Marie los quemaba, los derretía, los filtraba y pasaba la noche despierta viéndolos brillar. La radiación se usa para tratar varias enfermedades, pero también es muy peligrosa. De hecho, después de todos estos años, los cuadernos e instrumentos de Marie siguen siendo radiactivos, y para mirarlos hay que usar ropa y guantes protectores.
Pierre, el esposo de Marie, quedó tan intrigado por sus investigaciones que dejó de lado su trabajo con cristales para colaborar con ella. Juntos descubrieron dos nuevos elementos radiactivos: el polonio y el radio.
Marie Curie ganó dos premios Nobel por su trabajo y podría haberse enriquecido con sus descubrimientos, pero en vez de eso decidió que los resultados de sus investigaciones estuvieran al alcance de todo el mundo.