· MARÍA CALLAS ·
Cuando era niña, María era un poco torpe y nada popular. Estaba segura de que su madre quería más a su hermana por ser más delgada, más guapa y más popular que ella.
Un día, su madre descubrió que María tenía una sorprendente voz y la alentó a que cantara para ganar dinero para la familia. Intentó apuntarla al Conservatorio Nacional, en Atenas, pero la rechazaron porque nunca había recibido una educación musical formal. Así que su familia pagó una profesora privada.
La primera vez que la profesora la oyó cantar, se quedó sin palabras. Era la voz más increíble que había oído jamás. María no solo dominó las áreas más difíciles en cuestión de meses, sino que su estilo de canto conmovía el corazón de cualquiera.
María volvió a intentar entrar en el Conservatorio Nacional, y esta vez si la aceptaron.
Una noche, hizo su debut en el escenario del teatro de la ópera más famoso del mundo: la Scala de Milán. Mientras cantaba, el público se dejaba llevar por cada una de sus notas a un lugar de pasión, rabia, alegría y amor. Al final, todos se pusieron de pie entre gritos y aplausos, y cubrieron el escenario de rosas.
María llegó a ser conocida simplemente como la Divina, la soprano más famosa de la historia.